Noah, un golden retriever de 13 años, llegó a consulta con un tumor muy agresivo en el codo, de crecimiento rápido y que abarcaba toda la región afectada. Se trataba de un tumor ulcerado y sangrante, por lo que fue necesario actuar con rapidez, realizar el diagnóstico y tomar decisiones terapéuticas inmediatas.
Lamentablemente, para poder controlar la enfermedad fue imprescindible realizar la amputación del miembro. Tomar esta decisión nunca es sencillo, especialmente en un paciente de edad avanzada, con artrosis de columna, un peso de 40 kg y un proceso de recuperación que podía volverse complejo. La cirugía se realizó el 8/8/25, en un contexto donde la prioridad era darle a Noah la mejor oportunidad posible.
Hoy, Noah está feliz. Ama nadar, jugar a morder el agua y buscar la pelota en la pileta, disfrutando de cada momento con una energía que inspira. Su fortaleza lo convierte en un gran luchador y en un ejemplo para otras familias y pacientes que deben enfrentar una decisión difícil como lo es una amputación.
La historia de Noah demuestra que, con acompañamiento, diagnóstico oportuno y decisiones responsables, es posible ofrecer bienestar incluso en situaciones complejas.


